Vivir es ahora

Cuántas veces nos guardamos las cosas por miedo a expresar, porque nos da vergüenza sentirnos vulnerables o no ser correspondidos. Pensamos que siempre habrá un después y que todo se puede postergar. Pero no es verdad. La única verdad es el ahora.
Se nos va la vida deseando otra, creyendo que todo y todos los que tenemos estarán ahí siempre. Pero no es verdad. La pandemia ha hecho que llevemos dos años dejándolo todo para después. Nos hemos acostumbrado a pensar que todo pasará, que vendrán tiempos mejores para celebrar, para compartir, para pedir perdón o para decirles a los que nos importan que les queremos. Pero no es verdad.
La vida deseada nunca va a existir y todo va a seguir siendo un constante ¿pero qué coño pasa ahora? Así que deja de preocuparte por cosas ridículas, de esperar tiempos mejores o de creer que todo lo malo te pasa a ti. Porque no es verdad.
Porque, mientras piensas en lo malo, te estás perdiendo todo lo bonito. Y también lo estás dejando de decir. No deberíamos perder nunca la oportunidad de decirle a los demás algo bonito en el preciso instante en que lo sentimos. No deberíamos pensar que siempre habrá un después. Porque, si no lo hay, nuestro mayor deseo será poder coger una nave espacial al pasado para poder decirle a quien ya no está aquello que no le dijimos. Y es que eso es lo peor de la ausencia. Que no estás. Nunca más.
Que no nos pase. No te quedes con nada dentro. Que no te dé vergüenza sentir, decir lo que sientes o pedir perdón. Llama a los que te importan. Haz que se sientan queridos y cuidados mientras puedas. No esperes al día en que quieras cuidarlos y no puedas. Porque no hay nada peor que arrepentirse de algo que no se hizo y tampoco nada mejor que vivir cada momento como si fuera el último.
Así que no pierdas el tiempo, ahora que lo tienes, y ve con el corazón por delante. Porque vivir es ahora.
Porque -parafraseando al gran Kase. O- nada es más importante que el instante que tenemos delante.
Esther Aniento. Periodista. Coordinadora de Zafarache.