Aprende a cuidarte: Descalcificación: resultado de una incorrecta alimentación
La descalcificación es una enfermedad que afecta cada vez más a nuestra población, ya que cada día somos más longevos. Afecta más a las mujeres que a los hombres y se suele desencadenar en la menopausia debido al descenso hormonal. Pero, no sólo de hormonas vive el calcio y no sólo con la leche podemos solucionar el problema.
Para entender las causas de la osteoporosis o descalcificación debemos entender que una mala alimentación va a generar una serie de toxinas que van a ir a parar directamente a nuestra sangre. Esto provoca un descenso de su pH y se va a volver más ácida, así como el líquido extracelular, el cual rodea nuestras células. Nuestro cuerpo tiene un mecanismo para nivelar ese pH y mediante una serie de reacciones químicas, en las cuales es preciso el calcio entre otros minerales, consigue mantener esa acidosis a raya. ¿Qué ocurre? Primero usamos el calcio circulante en sangre, el que viene de nuestra alimentación, pero... ¿Y si esa situación se mantiene en el tiempo? ¿Y si ese calcio se acaba? Nuestros huesos son el soporte de nuestro cuerpo, pero también son un almacén de calcio y otros minerales. Así pues, ese calcio sale de nuestros huesos para neutralizar esa acidez formada por las toxinas y así revertir esa situación que no es la deseable.
Por lo tanto, el problema de la osteoporosis no es sólo una falta de aporte de calcio, sino un exceso de toxinas que provocan un desajuste en nuestro cuerpo y que se neutraliza con calcio y otros minerales, que son imprescindibles para una buena salud ósea. Si esa situación se mantiene en el tiempo, y el calcio va saliendo de nuestros huesos, provoca poco a poco la temida descalcificación.
¿Qué debo hacer? Se preguntarán. Lo primero una buena salud hepática y renal ayudará a eliminar esos detritus y a corregir esa acidez. Evitar las carnes rojas y los alimentos procesados, el azúcar (coja la costumbre de leer etiquetas, ya que últimamente está presente en todo), las harinas y el pan blanco, los cereales que no sean integrales, los platos precocinados, embutidos y grasas trans (aceite de palma, grasas parcialmente hidrogenadas).
Llevar una alimentación más consciente, con alimentos reales, como los guisos de nuestras yayas, los de siempre, los de a fuego lento, potenciar el consumo de verduras y hortalizas, aumentar el consumo de legumbres y frutas, beber mucha agua o infusiones depurativas, empezar a usar semillas como el sésamo, cuyo contenido en calcio por 100 gramos es 20 veces mayor que 100 grs de leche, incluir almendras y nueces en nuestro aporte diario, verduras de hoja verde, cocinar a baja temperatura, olvidarnos de freír. En definitiva, una buena depuración y una alimentación mucho más sana y natural alejada de lo que las grandes industrias alimentarias nos venden como saludable.
Porque el problema de la osteoporosis no es solo la falta de calcio, sino una mala gestión de los recursos de nuestro cuerpo.
Y si tienen cualquier duda no duden en consultar a su profesional de confianza. Sabrá como asesorarle en su caso en particular.
Pilar Jardiel,fisioterapeuta.