Las voces femeninas de la cuarentena:“Los más afectados por esto sacaron este país adelante. Y ahora se van solos”
La pandemia ha paralizado nuestra vida de puertas hacia afuera. Pero de puertas hacia dentro seguimos viviendo, sufriendo, trabajando, educando y preocupándonos por una situación que le ha dado un vuelco a nuestra rutina.
En zafarache se nos ocurrió que era buena idea acercarnos un poco a esa nueva rutina de la cuarentena a través de testimonios directos de vecinos de la comarca. Por eso, decidimos buscar a una persona de cada uno de los 10 municipios, pero también queríamos que nos contaran su historia desde perfiles diferentes: personas que vivieran en familia, que vivieran solas, autónomos, amas de casa, personas con hijos de diferentes edades, personas que desarrollaran trabajos esenciales e insustituibles en estos días… Y, así, aunando todo esto, han salido estas entrevistas, que pretenden acercar esa nueva rutina y reflexionar sobre cómo nos cambiará la pandemia.
Esperamos que os gusten y agradecemos de corazón la conversación con todas y cada una porque fue un baño de realidad y, a la vez, un chute de energía. ¡Gracias por ser como sois!!
Hoy os dejamos la entrevista de María José Bolsa, de Alforque, que ha pasado todo el confinamiento alejada de sus padres por prudencia y responsabilidad.
María José Bolsa es profesora de física y química en el instituto Benjamín Jarnés de Fuentes de Ebro, además de concejal de Cultura en su pueblo, Alforque. Continúa impartiendo sus clases intentando hacer el mejor uso posible de las distintas aplicaciones informáticas, pero explicar una asignatura como la suya de forma on-line no está exento de limitaciones.
¿Cómo lo llevas? ¿Te está costando mucho quedarte en casa?
Lo llevo más o menos bien, como todo el mundo. Estos días los paso sola en Zaragoza, porque irme a Alforque con mis padres me parecía una irresponsabilidad. La verdad es que no me está costando quedarme en casa porque hace dos años, por problemas de salud, tuve que estar tres meses sin salir, así que ya sabía lo que era. La diferencia la noto en el trabajo on-line, porque no desconectas, estás todo el rato pendiente del mail y del móvil.
¿Te imaginabas que alguna vez pasarías por una situación como esta?
Una situación así era impensable. Vi hace un tiempo la película Contagio, que describe una situación similar, pero era inimaginable que pudiera pasar de verdad.
Laboramente, ¿cómo lo estás haciendo para impartir las clases o para intentar que los alumnos sigan el curso?
Las aplicaciones informáticas que hasta ahora eran complementarias se han convertido en esenciales, porque son la única manera de trabajar. Las características de mi asignatura hacen que sea difícil explicar la materia on-line. Intento hacerlo con power point, con mi propia voz, con audios explicativos, con los resultados de los ejercicios para que vean cómo llegamos a ese punto…pero es difícil. Los profesores trabajamos con recursos propios: nuestro ordenador, nuestra propia conexión, nuestro móvil personal… Y en esto también hay diferencias entre nuestros alumnos, porque hay veces que su rendimiento depende de sus recursos informáticos, de sus diferentes dispositivos, de una conexión a Internet con buena velocidad… Y eso que sé que, a través del Ayuntamiento de Fuentes, se les hacen llegar las tareas en papel a las familias con más limitaciones en este aspecto.
Evaluar todo también es muy complicado. La normativa que nos mandan desde el departamento de Educación del Gobierno de Aragón es difusa y las pautas cambiantes, como las circunstancias…
¿Qué es lo que más te preocupa de esta situación?
Lo que más me preocupa son las vidas humanas que se están perdiendo, porque las pérdidas económicas tarde o temprano se recuperarán, no sé cuándo, pero eso se puede recuperar, la vida no. Para colmo, los más afectados son los que vivieron la guerra, la postguerra, los que sacaron este país adelante, y ahora se van y lo hacen solos.
Alforque también me preocupa, porque su población es de riesgo. De momento, la situación allí está controlada y se realizan tareas de desinfección regulares. Toda la actividad municipal se paralizó el 13 de marzo como medida preventiva, aunque si hay algo urgente se puede hacer por teléfono.
¿Has pensado en lo primero que vas a hacer cuando se levante el confinamiento?
Ir a Alforque a ver mis padres. Ellos están confinados como todos, solamente salen una vez por semana, los lunes, a por fruta y pan. El carnicero de Quinto les lleva los pedidos a casa y hablamos mucho por teléfono, pero no es lo mismo. También echo mucho de menos la normalidad, la rutina diaria.
¿Crees que aprenderemos algo de todo esto?
Espero que sí. Espero que haya menos superficialidad y que valoremos lo que realmente es importante: la vida y la salud.
Si tuvieras que sacar algo positivo de todo esto, sería…
Que todos somos uno, que hay una unión nueva y fuerte. Y que hasta he conocido a vecinos míos de los que no sabía nada…