Hoy martes es el tercer día que ella lleva sin luz en su casa. En pleno invierno. Una mujer sola, de casi 70 años, sin recursos económicos ni familiares: sin luz, sin agua caliente, sin poder cocinar, sin calefacción... El domingo a mediodía me llamaron para informarme de que le habían cortado el suministro eléctrico a ella, que es una persona calificada como vulnerable por los servicios sociales, situación de la que se había informado a la empresa comercializadora eléctrica hace meses.