Despedida a medias

El 2020 nos dejó con ganas de tocar, sentir, rozar, abrazar, besar y celebrar. A estas alturas de la película, son tantas las celebraciones pospuestas (cumpleaños, aniversarios, fiestas patronales, nacimientos…) que ya hemos perdido la cuenta de los buenos momentos no vividos. Porque, no nos engañemos, los momentos no se pueden posponer y la frase hecha de “celebrar el doble las cosas cuando se pueda” suena bien, pero ni el presente ni los besos se pueden recuperar ni vivir el doble en el futuro.

Se podrán vivir otras cosas, otros momentos con la misma gente (ojalá), pero nunca los que pospusimos.

Y quizá esa sea una de las mayores amarguras de ese 2020 que despedimos hace unos días entre restricciones, toques de queda y rebrotes.

En la sede de la Comarca, el pasado mes de diciembre, los trabajadores vivimos en nuestras propias carnes la pena de “posponer” una despedida que nunca será como tenía que haber sido, la de la que fue la presidenta de esta casa desde su creación hace 18 años, Felisa Salvador. La pandemia impidió que pudiéramos estar en el último pleno, que hubiera abrazos o una comida de despedida, pero, por suerte, no puede impedir que utilicemos el periódico que ella siempre defendió para decirle que la vamos a echar de menos en todos los sentidos, pero, sobre todo, en el personal. Porque, en los 18 años que estuvo al mando, siempre supo ser más persona que jefa y, tras su fachada de dura y su carácter cortante, nunca ha podido esconder del todo su gran corazón. Ha sabido ser jefa -con sus aciertos y sus errores-, pero, también ha sido un poco la madre o hermana mayor que nos ha visto crecer como trabajadores -con nuestros aciertos y nuestros errores-, y también como personas.

Por eso, a pesar de que este largo y duro año en lo laboral ha hecho que su jubilación sea más merecida que nunca, y a pesar de que nos seguiremos viendo, todos en esta casa nos quedamos un poco ‘huérfanos’ con su marcha, y echaremos en falta sus puntos de vista realistas, crudos y sin florituras (‘sin filtro’, como yo siempre le he dicho).

Las circunstancias han hecho que su despedida de esta Comarca, que tantos buenos y malos momentos le ha dado, no haya sido como imaginábamos. Por eso, al 2021 le pedimos que nos dé la oportunidad de celebrarlo todo, y de vivir nuevos y buenos momentos con todos aquellos con los que este año hemos dejado las cosas a medias.

Esther Aniento. periodista. Coordinadora de zafarache