Las voces femeninas de la cuarentena: “Lo más duro de esto es no poder abrazar a los que quieres”

La pandemia ha paralizado nuestra vida de puertas hacia afuera. Pero de puertas hacia dentro seguimos viviendo, sufriendo, trabajando, educando y preocupándonos por una situación que le ha dado un vuelco a nuestra rutina.
En zafarache se nos ocurrió que era buena idea acercarnos un poco a esa nueva rutina de la cuarentena a través de testimonios directos de vecinos de la comarca. Por eso, decidimos buscar a una persona de cada uno de los 10 municipios, pero también queríamos que nos contaran su historia desde perfiles diferentes: personas que vivieran en familia, que vivieran solas, autónomos, amas de casa, personas con hijos de diferentes edades, personas que desarrollaran trabajos esenciales e insustituibles en estos días… Y, así, aunando todo esto, han salido estas entrevistas, que pretenden acercar esa nueva rutina y reflexionar sobre cómo nos cambiará la pandemia.
Esperamos que os gusten y agradecemos de corazón la conversación con todas y cada una porque fue un baño de realidad y, a la vez, un chute de energía. ¡Gracias por ser como sois!!
Hoy os dejamos la entrevista de Ángeles Zapata, de Velilla de Ebro, que ha pasado esta cuarentena atendiendo a su madre y contando las horas de volver a ver, pero, sobre todo, volver a abrazar a sus familiares más cercanos.
Ángeles Zapata tiene 69 años, es ama de casa y vive en Velilla de Ebro, municipio en el que lleva años desarrollando una intensa actividad de dinamización desde la presidencia de la asociación de mujeres, una de las más activas de la localidad. Estos días los está pasando pendiente de su madre, de 93 años, y conteniendo las ganas de volver a abrazar a sus nietos.
¿Cómo lo llevas?
Encerrada en casa; también voy a casa de mi madre, que tiene 93 años, para verla y llevarle alguna cosica, para que no se preocupe y me vea, y para tenerla atendida claro… voy a comprar cada dos días y hablo con mis hijos y mis nietos siempre que puedo. Luego, para distraerme, hago los deberes de las clases de adultos; nos los han dejado por las casas, y así los vamos haciendo y se pasa el rato.
¿Te está costando mucho quedarte en casa?
Bueno, yo ya no salía andar, quiero decir, que me apaño para estar en casa. Pero esto es muy triste, muy triste: no hablar, no ver coches, ni chicos por la calle… ponerte en la tienda a dos metros de la vecina y hablar gritando “¿qué tal los chicos? ¿Y tu madre?…” en fin, lo vamos soportando, pero mal.
¿Qué es lo que más te está costando?
No ver a mi familia, eso es horrible. Dos meses sin ver a mis hijos, ni a mis nietos de Zaragoza… y los que tengo en Velilla de lejos, pero sin poder abrazarlos ni nada. No tengo un móvil muy moderno, pero puedo verlos, y eso me anima, a mí y a mi madre, que la pobre también le da muchas vueltas a la cabeza.
¿Te imaginabas que alguna vez pasarías por una situación como ésta?
No, jamás en la vida. Nunca. Me acuerdo mucho de los que vivieron la guerra, las mujeres que tuvieron que dar a luz esos días, de los que murieron… y ahora de la gente que se va, que no te puedes despedir de ellos, ni darles un beso…
¿Cómo lleváis en el pueblo la situación?
En Velilla todos los sábados se desinfecta todo, y las calles que son estrechas las sulfatan a mano. Hasta los cubos de la basura se limpian, todo, todo.
Y desde el Ayuntamiento, Vanesa Casamián, que es la administrativa, nos tiene muy informados de todo. Se marcaron los días en los que vienen el médico y la ATS, los medicamentos, para ir a la caja por apellidos, para evitar aglomeraciones… A Vanesa le estoy muy agradecida, por cuidarnos tanto y por ponernos música por las mañanas para animarnos. Y es que, aunque la situación esté mal, hay que animarse un poco. También salimos a aplaudir por la tarde y mi hija Marta toca la dulzaina.
¿Qué es lo que más te preocupa de esta situación?
La salud, que tengamos salud para poder volver a vernos todos, y abrazarnos, y juntarnos como siempre… Y también que los chicos puedan perder el trabajo… en fin.
¿Has pensado en lo primero que vas a hacer cuando se levante el confinamiento? Lo que más echas de menos…
Tengo muchas cosas para hacer, pero lo primero, lo primero, será dar un fuerte abrazo a mis hijos y a mis nietos.
¿Crees que aprenderemos algo de todo esto?
Creo que sí. Yo pienso que a querernos más y a no ser tan egoístas.