Comienzan las obras de la A-68 en el tramo El Burgo-Fuentes
Tras muchos años de espera y muchos trámites, por fin han comenzado las obras del siguiente tramo de la A-68, el que discurre entre El Burgo y Fuentes de Ebro, una de las obras más reivindicadas por los alcaldes y vecinos de la zona, dada la peligrosidad y alta siniestralidad de la N-232. Los trabajos comenzaron el pasado 19 de febrero y se alargarán durante aproximadamente dos años.
El Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (Mitma) adjudicó el contrato de obras para este tramo el pasado mes de septiembre por un importe de 62,1 millones de euros.
El objeto de las obras es la duplicación de calzada del tramo de carretera convencional N-232, correspondiente a las variantes de El Burgo de Ebro y Fuentes de Ebro y del tramo de carretera N-232 que las une, para su conversión en un nuevo tramo de la Autovía del Ebro (A-68). El tramo se encuentra comprendido entre los pp.kk. 206 a 224 de la carretera N-232. Con una longitud de 18,7 km de autovía, dará continuidad al tramo de A-68 ya existente y servicio entre Zaragoza (Z-40) y El Burgo de Ebro.
Se incluye además la remodelación de 5 enlaces existentes en la actual carretera N-232, y se construirán un total de 19 estructuras, entre las que se cuentan 13 pasos inferiores, un paso superior, un paso sobre el río Ginel y una losa sobre una acequia, así como la adaptación de un paso sobre la línea ferroviaria convencional Madrid-Barcelona y de dos pasos sobre el Canal Imperial de Aragón. Adicionalmente, se prevé ejecutar cinco tramos de muro de contención.
Las intersecciones a nivel deberán eliminarse, con la consiguiente reordenación de accesos. En el proyecto se ha previsto dotar de un nuevo acceso a los polígonos de El Espartal I y El Espartal II, mediante sendos viales que conectan en el actual enlace de El Burgo Este.
La semana pasada, el ministro de Transportes, José Luis Ábalos, se refirió al inicio de estos trabajos y citó también la licitación de la redacción del proyecto del siguiente tramo a realizar, el que discurre entre Fuentes de Ebro y Quinto.
Cabe recordar que el corredor del valle del Ebro constituye la vía natural para el transporte por carretera desde el Mediterráneo hacia la cornisa Cantábrica, por lo que la conversión en autovía de la carretera N-232 constituye una actuación indispensable para aumentar la capacidad y mejorar la seguridad vial en un itinerario con gran intensidad de tráfico de vehículos pesados, razón por la cual el desdoblamiento de la N-232 hasta Alcañiz lleva décadas siendo una de las principales reivindicaciones de los alcaldes y vecinos de toda la zona afectada.