Piensa en local
El cariño que se le tiene a Zafarache dentro de la comarca Ribera Baja es indudable. Solo así se entiende que goce de tan buena salud 100 números después de su comienzo. Pero hemos querido aprovechar esta cifra redonda para dejar que ese cariño nos llegue también desde fuera. Por eso les hemos pedido a cuatro periodistas aragonesas de raza que usen su extraordinaria pluma para hablarnos de los medios locales como el nuestro. Así que ahí va la última de las cuatro estupendas reflexiones que han escrito para nosotros, la de Isabel Poncela, periodista responsable de la delegación de la agencia EFE en Aragón y, desde diciembre del año pasado, presidenta de la Asociación de Periodistas de Aragón y también primera decana del Colegio de Periodistas de Aragón. Y, ademas, escribe así de bonito:
Alejados de las grandes redacciones plagadas de ruido y teléfonos, ajenos al periodismo efímero y de trinchera, los medios de comunicación locales, como Zafarache, ponen en el centro de sus intereses historias que rara vez encontrarán hueco en las primeras de las “grandes” cabeceras. Grande como definición de tamaño, se entiende. Porque la grandeza del periodismo local va más allá del número de periodistas que lo ejercen. Su milagro diario es ser los ojos y los oídos de lo cercano, la voz de la proximidad.
“Es erróneo escribir sobre alguien con quien no se ha compartido al menos un poco de su vida”, dice el maestro de periodistas Ryszard Kapuscinski en “Los cínicos no sirven para este oficio”. Y si hay algo que comparte Zafarache con la gente sobre la que escribe, es la cercanía.
Historias que hacen valer la identidad de los vecinos, contadas con rigor y con cariño, pero también con mucha valentía. Porque no es fácil ejercer la tarea que tiene encomendada el periodismo -garantizar objetividad, precisión y verdad- en un ecosistema en el que la gente sobre la que escribes es tu vecino.
El periodismo local es polivalente, arriesgado, vertebrador y accesible. Hace grandes cosas (pensar en global para actuar en local, ¿recordáis?) y da grandes lecciones de profesionalidad a esos gurús de los “prime time” y de los diarios nacionales que en más ocasiones de las deseables miran por encima del hombro lo que ocurre ya no en las provincias, sino lo que pasa cuatro calles más allá de la Carrera de San Jerónimo.
Esos medios de comarca, de pueblo, de barrio, cuentan pequeñas historias que se hacen grandes. Informan, amenizan y contactan. Hacen periodismo desde el corazón y con la cabeza, para eregirse en antídoto contra la desinformación, los rumores y los bulos. Y lo ejercen casi siempre con precariedad de medios materiales y escasez de medios humanos, muchas veces en soledad. Quijotes de la honestidad frente a los molinos de viento de la vorágine sin entrañas de la actualidad. Con una infinita dignidad lo hacen. Así que, felicidades, Zafarache. Ojalá a estos cien números, me consta que cocinados con sudor, lágrimas y mucha ilusión, le sigan cientos más.
Isabel Poncela
Decana/presidenta del Colegio de Periodistas y la Asociación de Periodistas de Aragón
