La reparación del puente de Sástago comenzó la semana pasada y la previsión es que sus obras finalicen en un plazo de entre cuatro y seis meses.

Por el momento, los vecinos se ven afectados, en palabras de su alcaldesa, Elva Orta, «en todos sus sentidos», pues tienen que recorrer muchos más kilómetros para llegar a sus trabajos o seguir con su día a día. «En el pueblo hay muchas personas que viven de la agricultura y la ganadería, que se tienen que desplazar hasta el centro de salud, coger un autobús. Afecta en todos los niveles, y en muchos negocios el puente es bastante importante. En estos momentos nos encontramos un poco aislados», explica Orta.

Por su parte, Pascual Martínez, vecino de la localidad valoró cómo estaba siendo el día a día de los vecinos de Sástago desde antes de que empezasen las obras: «La mayor parte de la gente del pueblo está bastante afectada porque tiene tierras al otro lado del puente o trabaja en Escatrón. Por el momento lo llevamos como podemos, con paciencia y sabiendo que es algo que no se puede solucionar en poco tiempo». La alcaldesa añade: «En el día a día se han juntado esta situación con las lluvias y el riesgo por la expansión del coronavirus. Quizá no es la mejor situación, pero estamos trabajando en alternativas como la de arreglar el camino que lleva a Escatrón», asegura.

En este sentido, Orta destaca la necesidad de arreglar los desperfectos del puente, ya que en caso contrario, afecta al tener que recorrer un camino mucho mayor para llegar al mismo sitio, recorrido que «depende de a dónde se vaya puede llegar a ser de hasta 30 o 40 kilómetros». Por eso destaca que «depende de a dónde van, si a cosechar o a granjas, pero aún así, si antes costaba 5 minutos ahora es media hora o más. Y si tienes que ir más despacio o con más precaución por las lluvias, todavía incluso más», opina.

La alcaldesa estima que las obras durarán entre cuatro y seis meses, aunque por el momento los vecinos aseguran que ya se están viendo algunas evoluciones: «Están trabajando en ello, cortando los lados del puente que está estropeado. Están cortando el hormigón viejo con unas radiales, pero tampoco sabemos hasta dónde van a cortar ni que harán», concluye Martínez.

El Periódico de Aragón