El pleno comarcal de la Ribera Baja reivindica una dotación suficiente para que las obras de la A-68 sigan el ritmo previsto

El pleno de la Comarca Ribera Baja del Ebro, en su sesión de este martes, 8 de noviembre, debatió, votó y aprobó por unanimidad una propuesta de resolución en la que expresa su rechazo a la ralentización de las obras de la A-68.
Un freno en las obras que se desprende del análisis detallado de las partidas presupuestarias que el Gobierno central ha incluido en el proyecto de los Presupuestos Generales del Estado para el año 2023 y de la previsión para las siguientes anualidades. De cumplirse lo establecido en este proyecto de presupuestos, el tramo en obras El Burgo- Fuentes no se abriría al tráfico a finales de 2023, tal y como estaba previsto en el contrato de obra, sino que pospondría su apertura hasta el año 2025. Y no sería hasta ese mismo año (el 2025) cuando se iniciarían las obras del tramo Fuentes-Quinto.
Esta ralentización de la obra, y los consiguientes perjuicios socioeconómicos que acarrea para la zona, han motivado que el pleno comarcal apruebe una moción en la que insta al Gobierno de Aragón a que defienda este proyecto en la tramitación de los PGE y exija al Gobierno central que se cumplan los compromisos adquiridos con esta vía, fundamental para Aragón en general y para la comarca de la Ribera Baja en particular.
Este es el texto íntegro de la moción aprobada por unanimidad:
Hace unas semanas, conocimos el proyecto de Presupuestos Generales del Estado del Gobierno de España para el año 2023, que se encuentra en fase de presentación de enmiendas por parte de los grupos políticos del Congreso.
Si se analiza la consignación de estos presupuestos, se puede observar que el avance de la obra de la Autovía A-68, una vía fundamental para la Comarca Ribera Baja del Ebro en particular y para Aragón en general, va a sufrir una ralentización considerable que parará el importante impulso que se le ha dado a esta vía en los últimos años.
Así, el único tramo en obras, -el de El Burgo-Fuentes- no solo no estará concluido a finales de 2023 (tal y como figura en el contrato de obra), sino que alargará su apertura hasta el año 2025, con el consiguiente perjuicio económico y de seguridad vial que supone para esta comarca. También se pospone hasta el 2025 el inicio de las obras del siguiente tramo, el que discurre entre Fuentes y Quinto, a pesar de en 2023 ya estará listo el proyecto y, por tanto, si existiera dotación presupuestaria, las obras podrían empezar en el año 2024.
La asignación de partidas menores de las que deberían ser hará que, nuevamente, no se cumplan los plazos de un proyecto que la Ribera Baja lleva muchos años esperando y cuya necesidad y urgencia aumenta al mismo ritmo que lo hace el denso tráfico que discurre por esta vía, un hecho que la convierte desde hace años en una de las más peligrosas del estado español.
El desdoblamiento de la N-232 siempre ha sido una de las principales reivindicaciones de la Comarca Ribera Baja, debido a su importancia fundamental para el desarrollo socioeconómico de nuestro territorio y también para la seguridad vital de todos nuestros vecinos, que circulan por ella a diario. Por eso, la ralentización de este proyecto supone un nuevo mazazo para las expectativas de la zona. Somos conscientes del alto coste económico que supone el proyecto, y también de que los trámites burocráticos y la propia ejecución de las obras llevan su tiempo, pero el desbloqueo de la A-68 lleva ya demasiados años esperando.
Por eso, desde el Pleno Comarcal de la Ribera Baja del Ebro expresamos nuestro firme rechazo a la ralentización de esta obra esencial para nuestro territorio e instamos al Gobierno de Aragón a que defienda este proyecto en la tramitación de los PGE y exija que el tramo El Burgo-Fuentes tenga la consignación necesaria para que las obras estén terminadas en 2023, tal y como estaba previsto. En la misma línea, también reclamamos que el inicio de las obras del tramo siguiente -Fuentes-Quinto- tenga lugar una vez esté concluido el proyecto, y no en el año 2024, y que se saquen a concurso los contratos para la redacción de los proyectos constructivos de los tramos restantes.
La N-232 es una de las vías de comunicación más importantes de la comunidad aragonesa, y solo su reconversión en A-68 permitirá vertebrar nuestro territorio y desarrollar nuestro tejido empresarial.