Emoción y alegría fueron los sentimientos más presentes el pasado 12 de enero en la residencia Santa Lucía de Escatrón, en la primera sesión de vacunación contra la COVID.

Tanto los trabajadores como los residentes recibieron la primera dosis de la vacuna de Pfizer, un hecho que les hace tener esperanza en que el final de la pandemia esté cerca.

“Ellos son las personas más vulnerables ante esta enfermedad, pero estamos felices porque, a pesar de todas las restricciones que han tenido y siguen teniendo, hasta el día de hoy no se ha detectado ningún caso positivo en la residencia”, explican desde el centro.

Los residentes están deseando recibir la segunda dosis para poder ver un poco de luz al final del túnel, y sobre todo, para poder reunirse con sus familiares, que es lo que más han añorado durante esta larga temporada.

Juanita Ureña