Las embarazadas ya pueden beneficiarse de una prueba no invasiva para detectar anomalías en el feto
Las mujeres embarazadas en Aragón pueden beneficiarse de una nueva prueba para la detección de posibles anomalías en el feto.
Se trata de un test fetal no invasivo (TFNI) que consiste en realizar un test de sangre con el que se reduce la invasión que generan las actuales pruebas como la amniocentesis, que permite descartar alteraciones cromosómicas como el Síndrome de Down. Está basado en la secuencia del ADN de origen fetal presente en la sangre materna. Su realización se recomendará al 11% de las embarazadas.
Uno de los principales beneficios de esta prueba es también la disminución de falsos positivos. Según ha indicado el jefe de sección de ecografía, diagnóstico y tratamiento fetal del Hospital Clínico, Rafael González de Agüero, frente a los cribados realizados hasta ahora, que tenían una tasa de falsos positivos de un 5%, esta tiene un 0,3%. "Cuando sale alto riesgo, prácticamente siempre se confirma con la amniocentesis", ha indicado. Cuenta con una tasa de detección superior al 99%.
Es capaz de identificar o excluir la mayor parte de las anomalías en el número de cromosomas que se detectan en el primer trimestre de embarazo. De este modo, entre la semana 11 y 14 se realiza a las embarazadas el cribado combinado de primer trimestre (CCPT) para la estimación de riesgos de anomalías cromosómicas. Esta prueba consiste en una extracción de sangre materna y una ecografía y sus resultados se valoran conjuntamente con la edad materna.
El consejero de Sanidad, Sebastián Celaya, ha destacado que esta nueva prueba "ofrece un diagnóstico precoz, descarta muchas dudas y evita riesgos". Además, ha indicado que permite excluir la necesidad de realizar la amniocentesis, técnica invasiva para detectar malformaciones congénitas en la que se analiza una muestra de líquido amniótico y que implica un riesgo de pérdida del feto de entre el 1 y el 3%. González de Agüero ha informado que desde 1998 hasta el 2005 se realizaba la amniocentesis a un 30% de las embarazadas, mientras que en estos momentos el porcentaje se encuentra en un 3,67% gracias a los nuevos procedimientos.
Para las mujeres embarazadas en las que el cribado combinado arroje un riesgo bajo, el control seguirá con la ecografía de la semana 20. Cuando el riesgo sea calificado de intermedio y la ecografía sea normal se le ofrecerá el test fetal no invasivo. Y cuando el resultado de esta prueba arroje un riesgo alto se ofrecerá a la embarazada la posibilidad de realizar una técnica invasiva –biopsia corial o amniocentesis- para confirmar el diagnóstico.
Al mismo tiempo, González de Agüero ha querido insistir en que la edad no tiene que ser un indicador obligatorio para realizar una amniocentesis. "Si una mujer de 40 años tiene la ecografía y la bioquímica normal tiene muchísimo menos riesgo que una de 32 que tiene la nuca un poco aumentada o las hormonas alteradas", ha explicado el especialista.
Se trata de una prueba con un elevado coste aunque inferior al de la amniocentesis. Aproximadamente tiene un coste de 300 euros por prueba y, dado que en Aragón se producen 10.000 partos al año, la cuantía total sería de 300.000 euros. Sin embargo, realizar una amniocentesis supone un desembolso de 600 euros. Las embarazadas podrán conocer los resultados de esta prueba en una semana o diez días.
Esta nueva estrategia de diagnóstico, consensuada entre el Departamento de Sanidad y el Salud, se incorporará a la cartera de servicios de todos los hospitales públicos de Aragón. Al mismo tiempo, la jefa del servicio de planificación, Marisol Corbacho, ha informado de que también se han mantenido contactos con los hospitales privados para establecer una coordinación, ya que son muchas las mujeres cuyo embarazo es seguido tanto en centros privados como públicos.
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