El frío no pudo con el calor de los mejores ranchos
Había ganas de volver. Y, por eso, el comienzo de abril más frío que se recuerda no fue impedimento para que casi 200 mujeres se reunieran de nuevo, dispuestas a mostrar sus mejores saberes culinarios con su mejor receta de rancho, pero, sobre todo, con muchas ganas de compartir una jornada disfrutando, conociendo a otras mujeres de la comarca y el patrimonio cultural y humano de Alborge, que, como municipio anfitrión, se volcó para que a sus invitadas no les faltara de nada.
El frontón de Alborge, cubierto recientemente, fue el lugar donde se cocinó y también el sitio en el que se comió después, ya que, desde el Servicio Comarcal de Cultura se pensó que desarrollar toda la jornada al aire libre era una precaución aún necesaria y aconsejable para reducir el riesgo de contagio y, al mismo tiempo, se propiciaría que muchas de las socias que han reducido mucho su interacción social en estos dos años de pandemia, se sintieran más cómodas.
Lo cierto es que el día salió tan frío que prácticamente nadie se quitó el abrigo en todo el día, pero las ganas de verse pudieron con todo.
A las 8 de la mañana, un numeroso grupo de alborginos esperaba ya a los miembros del Servicio Comarcal de Cultura para iniciar el montaje del espacio. Mesas, sillas, escenario, bombonas de butano, zona de cocina, cartelería… Sin ellos no hubiera sido posible convertir en tiempo récord el frontón en un lugar preparado para albergar un evento multitudinario. Sobre las 11 de la mañana, llegaron tres autobuses de diferentes municipios de la comarca. Tras el primer café de la mañana y las palabras de bienvenida de la alcaldesa de Alborge, Lucía Insa, todas empezaron a tomar posiciones con sus utensilios de cocina y sus ingredientes secretos. El tiempo para cocinar echaba a andar.
Las que no cocinaron aprovecharon para conocer los encantos de Alborge en una de las dos visitas guiadas a bordo de un trenecito que recorrió toda la localidad acompañado de las explicaciones de Virginia Catalán, que ejerció de guía turística de su municipio de forma magistral.
Y, mientras tanto, en el frontón, tras el vermú y las fotos de rigor, llegó la hora del jurado. Y la hora de comer. ¿Difícil elegir cuál era el mejor rancho? Se las vieron y se las desearon. Y al final, en unas votaciones apretadísimas, la asociación de mujeres de Gelsa se alzó con el premio, por delante de la Asociación de Velilla, que quedó en segundo lugar, y de la de Quinto, que se hizo con el tercer premio. Jesús Morales, presidente de la Comarca, José María Sánchez, consejero de Cultura, y Lucía Insa, alcaldesa de Alborge entregaron los celebrados galardones.
Después, bingo y sorteo de plantas. Las más atrevidas cantaron en el karaoke, bailaron y, de paso, se hicieron con alguno de los tres jamones de premio, cortesía del Ayuntamiento de Alborge.
Pero el verdadero premio fue compartir una jornada estupenda. Un auténtico espacio de convivencia. Por eso, el Servicio de Cultura, organizador de esta actividad que forma parte del Proyecto Cuidadanía, quiere dar las gracias al Ayuntamiento de Alborge, con Lucía, Isabel y Fernando al frente, por dar el soporte logístico y preocuparse de cada detalle, a los maravillosos e incansables voluntarios y vecinos de Alborge (fueron tantos los que curraron durante toda la jornada que es un riesgo nombrarlos sin dejarse a nadie). Como siempre, dieron un recital de hospitalidad y amabilidad y demostraron que no hay evento demasiado grande para un pueblo que trabaja unido. Y a todas las mujeres de las asociaciones de Pina, Velilla, Gelsa, La Zaida, Alborge, Quinto, Cinco Olivas y Escatrón por haber querido vivir de nuevo esta jornada tan especial.