Los trabajos de restauración en la antigua iglesia de la Asunción, conocida en Quinto y su entorno como “el Piquete”, concluyeron este mes de octubre.

La empresa encargada de esta nueva fase ha sido la ejeana “RestauroEjea” especialista en restauración de patrimonio, y la dirección de obra ha recaído sobre José Miguel Pinilla y Jaime Carbonel.

Así, se ha actuado en cuatro de las capillas laterales, se ha vaciado el depósito-cripta donde se sitúa la lápida de Agustín Porroche (siglo XVI), adecuándolo como osario para que reposen los restos de los enterramientos antiguos, se ha construido una cancela en cristal para el acceso del edificio, se ha recuperado parte del espacio del coro con materiales actuales, se ha abierto una nueva puerta en la capilla del Santo Cristo (exigencia de la normativa de prevención), se ha restaurado la primera capilla lateral derecha, se ha construido una escalera de acceso a la planta superior y se ha restaurado la puerta lateral original del siglo XV.

A los trabajos iniciales previstos en esta fase, que tenían una inversión aproximada de 90.000 euros y una subvención del Plan de Restauración de Bienes Inmuebles de DPZ que cubre el 60% de esa cantidad, ha habido que añadir unos trabajos de urgencia que han sido llevados a cabo por la misma empresa y que han consistido en el cosido y relleno de nervios y bóvedas en el tramo central de la nave, ya que los nervios se encontraban muy deteriorados. Los trabajos, que han supuesto 35.000 euros más, han implicado el montaje de un gran andamio de 60 metros cuadrados y 16 metros de altura en el interior del Piquete. “En los trabajos de esa fase 14ª estaba incluida la revisión y pequeñas actuaciones en este tramo de la bóveda, pero estos trabajos sacaron a la luz unas grietas considerables en la unión del edificio original con la ampliación barroca y esto ha motivado que hubiera que realizar una actuación de urgencia que no estaba prevista”, explica el alcalde de Quinto, Jesús Morales.

La siguiente inversión que se prevé realizar en el Piquete será la reconstrucción del muro que se cayó en 2019. La obra, que ya cuenta con el visto bueno de Patrimonio, saldrá a licitación antes de Navidad, se ejecutará a principios de 2022 y supondrá una inversión de 250.000 euros que serán financiados por el Ayuntamiento.