Proyecto piloto contra la mosca negra

El verano pasado, el consejo comarcal comenzó a hablar sobre la posibilidad de buscar una solución conjunta para todos los municipios que ayudara a mitigar el problema que supone la presencia de mosca negra en la zona. Un poco después, representantes de la Ribera Baja mantuvieron una reunión con el Gobierno de Aragón, la Universidad de Zaragoza y la Comarca Ribera Alta del Ebro. En ella se habló de preparar un proyecto piloto para este territorio que fuera más allá de lo que se hace en la actualidad.
“Cuando se trata el problema de la mosca negra en las piscinas de nuestros municipios, por ejemplo, se está atacando a la mosca adulta. Pero para que la solución sea efectiva hay que atacar el origen del problema. Y para ello hay que localizar los criaderos de moscas negra -las larvas- que se encuentran dentro del río”, explica el presidente de la Comarca Ribera Baja, Jesús Morales.
Una vez localizados esos lugares, la solución pasa por fumigar esas zonas con un producto que no es tóxico, pero que tiene un precio de unos 15 euros el litro. Su elevado coste hace que haya que localizar muy bien previamente dónde aplicarlo, por lo que las condiciones del tratamiento han de estar muy estudiadas de antemano, un trabajo que ha realizado estos meses la Universidad de Zaragoza con la financiación del Gobierno de Aragón. Concluido este importante proceso previo, a principios del mes de abril se realizará una primera bajada por el Ebro en barca para ubicar los sitios de aplicación y poder llevar a cabo este verano seis tratamientos en todo el eje del Ebro. “El hecho de que este año no haya habido riadas y no haya hecho demasiado frío son factores que pueden hacer que la proliferación de mosca negra sea muy superior al año pasado. Por lo que esperamos que este tratamiento, que está teniendo éxito en otros territorios, pueda ayudar a reducirla, ya que sabemos que eliminarla es imposible”, explica Morales.
El coste de la aplicación de este tratamiento en la Ribera Baja oscilará entre los 25.000 y los 30.000 euros, que serán asumidos por los ayuntamientos y se repartirán en una cantidad fija de 800 euros por municipio y una cantidad variable en función del número de habitantes de cada localidad.