Un belén para vivirlo
Hace 10 años que Fernando Zumeta no montaba su belén en un espacio público y visitable de su pueblo, Pina. Este año, sin embargo, su complicado estado de salud ha valido para que dispusiera del tiempo suficiente para poder montar un belén de más de 150 figuras (entre personas y animales) que le ha llevado unas tres semanas de montaje y varias más de preparativos.
"Es algo que me gusta desde siempre. Cuando lo he montado en mi casa lo he hecho en un formato más reducido; también lo he montado varias veces en la Iglesia de Pina, la última hace 10 años. Luego la falta de tiempo hizo que dejara de hacerlo, pero este año se han conjugado el tiempo y las ganas", explica Fernando, que está siguiendo tratado del cáncer que padece.
Así, tras sus semanas de dedicación y trabajo, el claustro del convento de los Franciscanos de Pina acoge desde el pasado 8 de diciembre este gran belén, que se podrá visitar los días 14, 15, 21, 22, 28, 29 y 31 de diciembre y los días 4, 5 y 6 de enero en horario de 12 a 14 y de 17 a 20 horas. Además, los visitantes podrán realizar un donativo voluntario que irá en beneficio de la Asociación Española contra el Cáncer.
Este belén artesanal nunca se monta de la misma manera. "A pesar de que dedico mucho tiempo antes a preparar detalles como las flores, los aperos, las vallas, los árboles o hasta el propio estiércol, luego lo voy montando sobre la marcha y adaptándome al espacio disponible, así que nunca queda igual", añade Fernando, para quien el belén es como la vida misma: "El nacimiento de Jesús simboliza el comienzo de la vida de todas las personas, creyentes o no. Todos nacemos niños y, cuando lo somos, simplemente vivimos, reímos, lloramos y somos inocentes de pensamiento. Nunca tenemos que olvidarnos de ese niño que fuimos. Por eso tenemos que vivir la Navidad con alegría, con ilusión y con buenos recuerdos, como cuando éramos niños".
