Armando Mateos: “Reunir en Pina a casi 300 trabajadores de Itesal fue muy emocionante”

Itesal, empresa referente en el diseño, fabricación y distribución de sistemas y soluciones de aluminio, cumple 30 años, una efeméride muy especial que se celebró con una jornada en Pina que reunió a 300 personas, entre directiva y trabajadores. El director general de Itesal, el pinero Armando Mateos, nos habla en esta entrevista de este aniversario, de los retos y proyectos de Itesal y de la situación del sector.
El próximo 8 de octubre, Itesal cumple 30 años, un aniversario muy redondo en el que habéis querido hacer partícipe a toda la plantilla…
Todos los años lo celebramos con una jornada con los trabajadores, pero este año hemos invitado también a todo el personal de nuestros centros de distribución de toda España. Normalmente somos unos 180, que es la plantilla que trabaja actualmente aquí en Pina, pero este año nos reunimos casi 300 y fue bastante emocionante, porque era la primera vez que traíamos al personal de los almacenes distribuidores en bloque.
¿Cuál era el objetivo de reunirlos a todos?
Ahora tenemos una plantilla de 180 trabajadores en Pina y otras 200 personas en almacenes. El 60% de estas personas son de Pina o de otros municipios cercanos. Somos una empresa grande, pero hacemos una gran apuesta por nuestro personal. Tenemos muy claro que es fundamental dar para recibir. Por eso intentamos cuidar a nuestros trabajadores, reunirnos con ellos, tenerlos informados y que ellos tengan la sensación de que no son un número. Desde luego, una empresa es un sitio al que se va a trabajar, pero que el trabajador se sienta valorado y a gusto repercute también directamente en beneficio de la empresa. Y eso es lo que intentamos.
¿Va a haber algún otro evento relacionado con vuestro aniversario?
Sí. El 10 de noviembre tenemos la tercera edición de nuestro premio nacional de arquitectura novel, que es bianual. Y celebraremos el acto de entrega en la Cámara de Comercio de Zaragoza. Asistirán los 50 arquitectos que se han presentado al premio, y también arquitectos ya consagrados y clientes. Estamos muy orgullosos de este premio porque nos permite interaccionar mucho con las 36 escuelas de arquitectura que hay en España y dar un impulso a jóvenes arquitectos. Además, es uno de los pocos premios de este tipo cuya entrega se celebra fuera de Madrid.
Lleváis 30 años fabricando perfiles de aluminio en Pina de Ebro, pero… ¿Estos están siendo los años más duros?
Cumplimos 30 años y eso significa que nacimos en el 92. Eso quiere decir que nacimos en el año de la Expo y de las Olimpiadas. Y, tras ellas, hubo una crisis inmobiliaria intensa. Por eso yo siempre digo que Itesal nació en un año de crisis, y eso, de alguna manera, nos hizo aprender a crecer o maniobrar en periodos de economía negativa. Se vivió ese período, que duró tres años, y luego llegó la peor, que fue la gran crisis de 2008, porque ahí se vino abajo el sector industrial del mundo y, sobre todo, la arquitectura. En aquel momento buscamos soluciones, y una de ellas fue exportar. Entonces exportábamos un 4% y ahora esa cifra ha subido a un 37%, lo que supone un cambio de mucha envergadura. También fue entonces cuando empezamos con el canal de la prescripción, que supone trabajar para que los arquitectos confíen en la marca Itesal.
Después llegó la pandemia, que ha sido una crisis rara. Nos mandaron a casa sin saber cuando íbamos a volver. Paramos 20 días, aunque nos costó recuperar la plantilla total mes y medio. Pero el año y medio de después fue bien. Hace un año la inflación empezó a subir, primero con la luz, luego con el gas y después llegó la invasión de Ucrania. Y todo esto ha provocado una crisis, desde luego, pero es una crisis distinta. El aumento de costes del gas o de la electricidad nos ha afectado, pero ahora el aluminio está a un precio razonable y hay suministro suficiente.
Acabáis de concluir la primera fase de instalación de placas fotovoltaicas en la empresa. ¿Cuánto ha tenido que ver la crisis energética en esta actuación?
Era una decisión que estaba en nuestra mesa de planes e inversiones, pero en diciembre del año pasado decidimos llevar adelante los proyectos. Se ha implantado la primera fase en agosto y se ha comenzado por las naves en las que más se consume, que son las naves en las que se extruye el aluminio. A finales de este año se realizará la segunda fase, y más adelante una tercera, que dará cobertura al consumo eléctrico de la planta de lacado. Con todo esto se intenta que, a lo largo del año, el autoconsumo sea aproximadamente del 35% de lo que se compra ahora externamente.
¿Alguna otra inversión importante a la vista?
Hicimos una gran inversión en un horno de maduración, para aumentar la capacidad productiva del horno que ya había y también porque este horno nuevo consume casi un 25% menos de gas que el viejo, por lo que con este tipo de inversiones reducimos nuestro coste al mismo tiempo que contribuimos a la descarbonización de la economía.
Como presidente de la Asociación Española del Aluminio, ¿con qué ánimo está el sector en la actualidad?
El sector ha estado muy bien durante el 2021 y está creciendo, sobre todo para abastecer a ciertos sectores como la automoción o las energías renovables. El aluminio es un material que tiene muchos beneficios, y eso le está llevando a ampliar mucho sus usos. España es el tercer productor de aluminio de Europa, por detrás de Italia y Alemania, pero solamente el 30% de lo que se produce se destina a la arquitectura española, otro 20% aproximadamente va destinado a la arquitectura en Francia y el otro 50% restante se destina a usos industriales, como camiones, coches, molinos eólicos, placas fotovoltaicas, aeronáutica... Los usos son muy amplios y eso hace que el aluminio siga aumentando su consumo a nivel global, porque, además es un material sostenible. Cuando acaba su vida útil, se recoge y va a la fundición. Se vuelve a fundir y sale aluminio de las mismas propiedades. De hecho, se estima que 75% del aluminio producido en 1870 sigue en uso en este momento. El nivel de reciclaje del aluminio es prácticamente del 100%. Ahora oímos hablar mucho de economía circular, pero nosotros hemos tenido un material limpio siempre. Además, cuando se funde aluminio se consume solo el 5% de la energía que se emplea para fundir aluminio a partir de bauxita, con lo cual supone un ahorro enorme. Por eso se está invirtiendo mucho en fundiciones. El 80% del aluminio que emplea Itesal es reciclado y, además, reciclado en España.
¿Tenéis dificultades para encontrar personas con un perfil de cualificación que se adapte a vuestras necesidades?
En cualquier empresa, uno de los grandes problemas es la falta de personas con un oficio que se adapte a las necesidades de la empresa. Para eso nosotros trabajamos en varios foros (colegios, institutos, módulos de formación profesional…), para intentar trasladar esta necesidad de las empresas. A nivel comarcal, esta labor se realiza a través de AIRBE, que es una herramienta de vertebración territorial en la que deberíamos estar todas las empresas de la zona y que nos permite estar en contacto con centros educativos y ayuntamientos.
Itesal tiene un recorrido amplio en el patrocinio de deportistas y equipos deportivos ¿Vais a seguir en esa línea?
Sí. Lo hacemos porque creemos que el deporte se asocia bien con los valores en los creemos y que pretendemos transmitir como empresa: equipo, esfuerzo, superación… En estos momentos estamos patrocinando en Burgos al San Pablo, también al Zaragoza femenino de fútbol -algo de lo que estamos muy orgullosos- al equipo de fútbol de Pina y a otros deportistas a nivel individual, como la triatleta Marta Pintanel. Fuera de Zaragoza Itesal también patrocina a diferentes equipos de balonmano, futbol, equipos de triatletas. Todo esto nos ayuda a difundir los valores que promovemos a nivel nacional: trabajo en equipo, esfuerzo y superación.